Uniclub bajo ataque: Nervosa, Elm Street, The Damnation y Disomnia asediaron Buenos Aires.

 


El pasado martes 4 de febrero, Uniclub fue testigo de una verdadera descarga de metal con una jornada donde el thrash y el heavy metal se apoderaron del recinto porteño. Con una alineación de bandas internacionales y locales, la noche prometía intensidad y una dosis de headbanging incesante. A pesar de un pequeño retraso en la apertura de puertas, la espera valió la pena.

Disomnia: El arranque de la noche

Los encargados de inaugurar la velada fueron los argentinos Disomnia, que demostraron por qué son una de las bandas emergentes más prometedoras de la escena local. Con una mezcla de heavy y thrash metal bien ejecutado, lograron captar la atención del público que ya se congregaba en el recinto. Con una ejecución sólida y un sonido contundente, prepararon el terreno para lo que sería una noche de riffs afilados y agresividad pura. Su setlist, aunque más breve, dejó en claro que son una banda a seguir en el circuito local.

The Damnation: Thrash brasileño con furia


Las siguientes en subir al escenario fueron las brasileñas The Damnation, un trío que viene pisando fuerte en la escena sudamericana. Con una presentación intensa y compacta, dejaron en claro que el metal extremo sigue vivo y con exponentes de calidad en la región.


Con una energía arrolladora y una propuesta que recuerda a las grandes exponentes del género, el power trío supo encender al público con su potencia implacable. Su setlist, basado en su último material “Way of perdition”, fue recibido con entusiasmo y aplausos por parte de los asistentes. Personalmente, se notó que la baterista ingresó hacía muy poco en la banda, por lo que Renata Petrelli (guitarrista y vocalista) y Fernanda Lessa (bajista) en varias ocasiones iban asesorando y explicando como ejecutar las canciones.



Elm Street: Heavy metal a la vieja escuela


La noche continuó con Elm Street, banda australiana que trajo su propuesta de heavy metal tradicional con una dosis de actitud y virtuosismo. Con un setlist equilibrado entre sus álbumes "Barbed Wire Metal", "Knock 'Em Out... with a Metal Fist" y "The Great Tribulation", dejaron en claro que el metal clásico sigue vivo y con fuerza.


El set arrancó con “A State of Fear”, seguida de “Heart Racer” y el clásico “Elm St’s Children”, que resonó fuerte entre los presentes. Luego, con “The Last Judgement” y “Kavorka”, elevaron aún más la intensidad. El set también contó con “Running Free” (cover de Iron Maiden), “Barbed Wire Metal” y “Metal Is the Way”.


Los australianos hicieron gala de su calidad musical, con una gran interpretación del clásico de Iron Maiden “Running Free”, que fue uno de los momentos más festejados por el público.

Nervosa: El thrash se apoderó de Uniclub


Cerca de las 22:00, llegó el momento más esperado: Nervosa se apoderó del escenario y desató un vendaval de thrash metal sin concesiones. Con su formación actual, la banda brasileña demostró por qué es una de las agrupaciones más importantes del género en la escena moderna. Desde el primer riff de Seed of Death, quedó claro que la noche iba a ser un torbellino de velocidad, agresividad y moshpits constantes.




La formación actual se sintió sólida y rebosante de talento, desde el nivel de calidad que nos tiene acostumbrados tanto Prika Amaral (como gran front woman, guitarrista y vocalista) como, en la guitarra, la griega Helena Kotina y también las nuevas incorporaciones. Ante la repentina salida del tour de la bajista Hel Pyre, temporalmente el espacio vacante fue cubierto por Emmelie Herwegh. Siendo guitarrista de Sisters of Suffocation, Emmelie demostró estar a la altura para tocar el setlist de nervosa, dando su propio estilo y sin equivocaciones. Por otro lado, Gabriela Abud fue la última incorporación permanente para la banda, iniciando en el banco de la batería desde enero del 2024.




El setlist de Nervosa repasó gran parte de su discografía, incluyendo material de sus últimos lanzamientos:

El show arrancó con “Seed of Death”, estableciendo el tono de la noche con su agresividad y precisión. Siguieron con “Behind the Wall” y “Death!”, manteniendo la energía en su punto máximo. Temas como “Nail the Coffin”, “Kill the Silence” y “Perpetual Chaos” demostraron la solidez de la banda y la gran respuesta del público.

A medida que avanzaba el recital, Nervosa alternó entre distintas etapas de su carrera: “Venomous” y “Ungrateful” de Perpetual Chaos, “Masked Betrayer” de Victim of Yourself y “Under Ruins” de Agony hicieron temblar las paredes de Uniclub. La intensidad no bajó con temas como “Hostages”, “Uranio em Nós” y “Kill or Die”, que mantuvieron al público en constante movimiento, con mosh pits y circle pits en cada rincón del lugar.


El tramo final del show fue una auténtica fiesta del thrash metal. “Into Moshpit” desató el pogo más salvaje de la noche, mientras que “Jailbreak” y “Wayfarer” consolidaron el dominio de Nervosa en el escenario. Como broche de oro, interpretaron “Guided by Evil” y “Endless Ambition”, cerrando una presentación feroz y dejando a los fans completamente extasiados.

Con siete canciones de "Jailbreak", su último álbum, y una selección de temas que recorrió toda su carrera, Nervosa ofreció un show devastador. El sonido fue impecable, con una base rítmica demoledora y solos afilados que hicieron vibrar a Uniclub.



El público respondió con un entusiasmo absoluto, generando circle pits, moshpits y hasta crowd surfing en varias ocasiones. El cierre con Endless Ambition dejó a todos exhaustos, pero con la satisfacción de haber sido parte de una noche inolvidable.


Conclusión: Una noche de metal implacable

El show del 4 de febrero en Uniclub fue una celebración del metal en todas sus formas. Desde el thrash agresivo de Nervosa, el heavy metal melódico de Elm Street, la brutalidad de The Damnation y la potencia de Disomnia, la jornada dejó en claro que la escena sigue más viva que nunca. Sin dudas, una de las fechas más intensas de lo que va del año. Un recital inolvidable para los amantes del género, con una banda principal que reafirmó su lugar en la élite del thrash mundial.

 

 

Crónica escrita por Ortiz Andrés

Fotos por Ruiz Santiago


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